Por: Rebeca Álvarez
19 de abril de 2023
Rebeca Medina es una experimentada Coordinadora de Intimidad Certificada por IPA (Intimacy Professionals Association) y acreditada por SAG – AFTRA. Recibe su formación directamente de la mano de su fundadora Amanda Blumenthal.
Además es coach actoral de cine, televisión y teatro, especializada en el trabajo con niños/as, jóvenes e intérpretes noveles en el set de rodaje. Antes de ejercer la coordinación de intimidad y el coaching actoral, trabajó como actriz durante 25 años.
Entre sus créditos como Coordinadora de intimidad se incluyen: “Nacho”, “Vampire Academy”, “Now and Then” y “Tierra de Mujeres”. El coaching actoral lo realiza en series como “Now and Then”, “Jaguar”, “Veneno” , en películas como “Un pasado por delante” y “Malasaña 32”, en el musical “Grease", y en el cortometraje “Cosas de chicos”.
"El trabajo de un/a CI es el de crear un entorno de trabajo seguro en el set para los actores y las actrices que están involucrados en el rodaje de escenas que implican desnudo, sexo simulado y otros tipos de contenido íntimo, al tiempo que ayudamos a la dirección a realizar su visión creativa."
Rebeca Medina, Coordinadora de Intimidad durante la entrevista en la sede de la Unión de Actores y Actrices
Rebeca Medina, Coordinadora de Intimidad y Coach Actoral, es una de las pioneras en implantar en los rodajes españoles la figura del Coordinador/a de Intimidad.
Desde comienzos de 2021 ha coordinado más de 250 escenas de intimidad en producciones nacionales e internacionales proporcionando un proceso de producción seguro en relación a las escenas que impliquen desnudez, intimidad sexual, temas LGTBIQA+, violencia sexual y otro contenido sensible. Rebeca trabaja con el equipo desde la preproducción hasta la postproducción apoyando a la dirección en la realización de su visión creativa, manteniendo un entorno de trabajo positivo y seguro para todos los implicados.
El/la coordinador/a de intimidad fue implantado/a en EEUU a raíz del movimiento #MeToo, en cambio, en España todavía es desconocido, a pesar de su importancia en los rodajes. Hablamos con Rebeca Medina para Actores & Actrices Revista , quien nos contará su trayectoria profesional y la importancia de la coordinación de intimidad en los rodajes.
Antes de empezar en la materia, “¿qué es una coordinadora de intimidad?”
El trabajo de un/a coordinador/a de intimidad (CI) es el de crear un entorno de trabajo seguro en el set para los actores y las actrices que están involucrados en el rodaje de escenas que implican desnudo, sexo simulado y otros tipos de contenido íntimo, al tiempo que ayudamos a la dirección a realizar su visión creativa.
Ayudamos a garantizar que los momentos en los que se representen escenas de contenido íntimo se traten con el mismo respeto, profesionalidad y especialidad que tratamos las escenas de lucha y/o violencia durante la preproducción y el rodaje de un proyecto audiovisual. Digamos que somos como otro/a especialista en el equipo (como un/a coordinador/a de acción).
Trabajamos mano a mano con dirección y showrunners para conseguir que las escenas que implican una interacción física de carácter íntimo cuenten exactamente lo que el/la director/a quiere transmitir de manera convincente, mientras aseguramos que el consentimiento y los límites de los artistas son respetados. Cuidamos para que nadie salga dañado a nivel físico, psicológico y emocional.
También ejercemos de enlace entre todos los departamentos involucrados en las escenas íntimas; producción, dirección, vestuario, maquillaje, peluquería, arte…
Poseemos formación específica en materia de consentimiento, intimidad y perspectiva de género, por lo que nos encargamos de configurar los acuerdos en cuanto a límites de cada escena.
¿Cómo conociste la existencia de esta figura? ¿Qué te impulsó a formarte en este campo?
Fue a comienzos del 2021 durante la preproducción de la serie “Now and Then”, la primera producción española para Apple TV+. Estaba realizando el coaching actoral a los actores y actrices menores de edad. Acabábamos de salir del confinamiento, como quien dice, y todavía había muchas restricciones. Esta serie se rodaba entre Miami y Madrid. La producción contaba con intérpretes que pertenecían a SAG AFTRA (Sindicato de Actores de Cine-Federación Estadounidense de Artistas de Radio y Televisión) lo cual exigía que, al menos, estos intérpretes debían de tener un/a CI durante el proceso de preproducción y rodaje de sus escenas de desnudo y sexo simulado. Surgió, entonces, la necesidad de contratar a una CI y en España todavía no había ninguna. La productora me propuso como candidata a Apple TV+, los cuales tras evaluar mi trayectoria laboral consideraron que era la persona ideal para desempeñar esta labor. Me formaron en algunos aspectos específicos que eran necesarios para ejercer este puesto. Al contar con experiencia en actuación y coordinación de movimientos, la formación fue específicamente sobre los protocolos de actuación y los aspectos legales (por supuesto, normativa americana).
En cuanto terminé de rodar la serie, contacté con Amanda Blumenthal, pionera junto a Alicia Rodis de la coordinación de intimidad en EEUU, las cuales crearon junto a SAG AFTRA los estándares y protocolos para el trabajo con escenas de intimidad en producciones audiovisuales, y así comencé mi certificación con IPA (International Professionals Association).
Serie "Now and Then"
Este trabajo requiere de una gran responsabilidad para llevarlo a cabo y sentí que era vital tener una formación sólida en todas las áreas que están implicadas en el trabajo de la CI como son la formación específica en materia de consentimiento, acoso sexual, coreografía íntima y técnicas de movimiento y enmascaramiento de la intimidad, uso correcto de prendas de modestia y barreras de protección, mediación o resolución de conflictos, identidad de género y orientación sexual, conciencia LGTBIQA+, sensibilización sobre la diversidad y la igualdad, formación antiracista, primeros auxilios en salud mental, mitigación de trauma, salvaguardia de l@s menores en la industria del espectáculo, entre otras.
Toda esta formación, entendemos que se refieren a cursos de sensibilización y prevención. Igual, para el público ajeno a esta materia hay conceptos desconocidos; ¿podrías explicarnos en qué consiste alguna de estas técnicas? Por ejemplo, el enmascaramiento de la intimidad, las prendas de modestia…
Las prendas de modestia se utilizan para proteger y cubrir los genitales, los pechos y las partes del cuerpo que la producción y los intérpretes no pretenden y/o no quieren mostrar en pantalla. Su finalidad es cubrir y evitar el contacto piel con piel entre las personas por motivos de intimidad, salud y seguridad. Las barreras físicas son materiales y elementos cuyo objetivo es evitar el contacto genital entre intérpretes durante las escenas íntimas.
Las técnicas de enmascaramiento, nos sirven para esconder todo aquello que no queremos que sea visto por cámara. Para esto combinamos el uso de prendas de modestia y barreras físicas con coreografías y/o posiciones que tengan en cuenta el ángulo de la cámara. Por ejemplo; si no queremos que los pechos de una actriz se vean, se puede colocar la llama de una vela, el brazo de su compañero, o adoptando una posición que no permita verlos en el ángulo de cámara. Si, por ejemplo, queremos esconder sexo oral simulado, se ladea la cabeza de la actriz y se esconde la acción y la distancia con su propio pelo, etc..
Con pequeños detalles como estos, una escena que podría resultar incómoda para los intérpretes se consigue realizar con total naturalidad y confianza entre las partes.
¿Qué recomendarías a quien quisiera formarse en España?
El problema que hay en España es que aún no se ha tomado la suficiente conciencia de la importancia de esta figura en las producciones, tanto audiovisuales como teatrales, estándose implantando muy poco a poco y casi siempre por exigencia extranjera.
Creo que es importante crear una titulación oficial específica, ya que es necesaria por las características tan especiales de la profesión. En cualquier otro trabajo es impensable que las personas del equipo se encuentren desnudas delante del resto.
Es por ello que las profesionales de la coordinación de intimidad que actualmente operamos en España estamos dedicadas a la profesionalización, consolidación y perfeccionamiento de este nuevo campo disciplinar. Con este fin, nos encontramos en constitución de la Asociación Española de Coordinadoras y Coordinadores de Intimidad.
¿Con quién te has embarcado en este proyecto?
Con las compañeras Lucía Delgado, Tábata Cerezo, Lola Clavo, Maitane San Nicolás y yo.
Todas contamos con formación específica.
¿Podrías contarnos un poco sobre los objetivos de la Asociación?
Nuestro principal objetivo en estos momentos es profesionalizar, estandarizar y afianzar la coordinación de intimidad en nuestro sector, pues nos parece imprescindible para garantizar un entorno seguro en las relaciones laborales de los y las artistas.
Para conseguir esta protección de los y las profesionales del sector, consideramos indispensable la elaboración y revisión periódica de protocolos para el trabajo con escenas íntimas.
Por supuesto, muchas de nuestras acciones irán dirigidas a la propia defensa de la profesión de los coordinares y coordinadoras de intimidad, por lo que invitamos a cualquier persona con formación que pudiera estar interesada en formar parte de la misma que se ponga en contacto con nosotros.
¿Qué posibilidades existen? Está claro que no todo el mundo puede permitirse realizar el curso en Estados Unidos.
En España aún no existe ninguna formación para poder desempeñar la labor como CI. Por otra parte, sí es posible acceder desde España a los cursos teóricos que brindan algunas instituciones en lengua inglesa y online. Entre estas podría mencionar a IPA, IDC, PIP e Intimacy on set. En EEUU para que estas formaciones habiliten a trabajar, precisan de un número mínimo de horas coordinando sets de rodaje.
Has comentado que se trata de una profesión que precisa de conocimientos específicos en áreas muy variadas, ¿podría ser una solución / “parche” formarse separadamente en cada una de ellas?
Por supuesto que es una posibilidad, pero es un parche que no considero llegara a abarcar todas las especialidades de esta profesión pues necesitas conocimientos y experiencia profesional sobre aspectos técnicos de cinematografía, interpretación, coreografía y movimiento, legales básicos, entre otros. Lo cual supone en estos momentos tener que realizar un incontable número de cursos.
¿Deberían promoverse este tipo de formaciones desde las Administraciones Públicas?
Sí, desde luego. Consideramos que desde el Ministerio de Igualdad y desde el Ministerio de Cultura tendrían que tomar consciencia sobre la importancia de esta figura en el cine y teatro. No somos un sector que pueda compararse a ningún otro y debemos, por tanto, contar con profesionales especializados con el fin de evitar situaciones como las que el movimiento “Me too” puso de manifiesto.
¿A lo largo de tu experiencia como actriz has echado en falta una persona que desempeñara estas funciones?
A lo largo de mi carrera como actriz he vivido o presenciado tantas situaciones que ahora sé que se podrían haber evitado de contar con una coordinación de intimidad en la producción, por lo que no puedo responder sino afirmativamente. De hecho, no sé cómo podemos trabajar las escenas íntimas y sobre todo las que implican desnudo y sexo simulado sin la coordinación de intimidad. Me encantaría hablar en pasado y poder decir “hemos podido”, pero todavía no se trabaja con CI en todas las producciones.
Recuerdo una situación hace muchos años, en la que estaba ensayando un montaje teatral. En el libreto ponía “se besan” y antes de pasar la escena el actor con el que me tenía que besar me preguntó: ¿Con lengua o sin lengua? Yo me quedé desconcertada sin saber bien qué decir, porque entre otras cosas, el actor era muy conocido y con mucha más experiencia vital y laboral que la que yo tenía en ese momento. Sentí que si le decía “sin lengua” seguramente le podía sentar mal o que quizás pensara que era una mala actriz que no iba a dar la talla en mi actuación. En fin, me sentí muy insegura y perdida, así que por no meter la pata le dije: como prefieras. El resultado fue que el actor eligió darme, para que nos entendamos, un “morreo” con lengua que no me agradó en absoluto. Eso continuó ocurriendo durante unos cuantos ensayos y yo no me sentía bien porque estaba claro que no era necesario, pero aun así no sabía cómo enderezar la situación.
Escena serie "Veneno
Si hubiera habido coordinación de intimidad, la CI hubiera hablado antes de ensayar con el director/a para saber qué es lo que necesita exactamente de los intérpretes para contar esa escena. Luego habría ido a hablar con cada actor/actriz por separado para transmitirle la visión creativa del director/a y a partir de ahí, crear un espacio donde el artista se sienta libre para expresar sus preocupaciones, límites y necesidades, sin la presión que supone hablar de estas cosas directamente con el/la directo/a o con un partener que goza de más poder que tú en la producción.
Lo curioso es que en esta situación, al carecer completamente de directrices, bien es posible que el compañero tampoco estuviera cómodo con la escena…O igual sí, y fue simplemente aprovechar una dinámica de poder, jamás lo sabré. Finalmente, supe resolver la situación y salir airosa de aquel “entuerto” pero me costó sufrir mucho estrés y ansiedad hasta que di con la solución.
Podría contar otras experiencias en relación a peticiones de última hora por parte de dirección en cuanto al nivel de desnudez durante un rodaje y tener miedo a decir “no” y que no te vuelvan a llamar para trabajar. Pero he elegido contar la del beso por su “inofensiva” apariencia y el daño psicológico que puede desentrañar.
En España hemos visto que aún no es muy habitual y ha venido de la mano de producciones extranjeras, ¿choca con tu experiencia en otros países?
La diferencia entre E.E.U.U y España es que en E.E.U.U, después del auge del #MeToo, el movimiento viral que motivó a miles de mujeres a denunciar la agresión y el acoso sexual, tras conocerse la red de abuso perpetrada por el productor Harvey Weinstein, el sindicato SAG AFTRA publicó las primeras normas y protocolos del sector para el uso de coordinadores de intimidad, dando como resultado la sistematización de la contratación de las CI en las escenas de desnudo y/o sexo simulado.
Cuando he trabajado con equipos de producción y dirección formados por personas americanas, canadienses o británicos, por ejemplo, he sentido que estas producciones están mucho más sensibilizadas en la necesidad de contar con la figura de la CI en el trabajo de escenas íntimas y por lo tanto el proceso de trabajo resulta más fluido. Pero en todos sitios hay excepciones ya que cada producción, cada set de rodaje, cada director/a e intérpretes son diferentes.
A nivel legal también existen diferencias, ya que en estos países se suele trabajar con nudity riders, que básicamente son unos documentos que se adjuntan al contrato, el cual se debe generar 48 horas antes de que el intérprete realice su escena o ensayo. Este documento debe contener una información detallada de cómo se va a rodar la escena en términos de nivel de desnudo y simulación de sexo. El nudity rider es muy importante ya que deja claro exactamente qué se quiere filmar y que el artista está 100% de acuerdo. De esta manera no deja espacios a posibles demandas o malos entendidos de interpretación entre artistas y producción.
La esencia de nuestro trabajo es la misma en todo el mundo, pero sí que existe un sesgo cultural dependiendo de donde se implante esta figura. Debido a esto se nos exige tener unas competencias personales basadas en la conciencia y comprensión de otras culturas en un entorno global y diverso. Es muy importante que las CI seamos personas que nos adaptamos a otras culturas y comprendamos sentimientos, percepciones y experiencias.
En tu opinión, ¿a qué se debe el freno en su implantación en España? ¿Cómo crees que se podría fomentar la utilización de vuestra figura?
En España todavía es un reto que algunos/as directores/as y productores/as comprendan la necesidad de nuestra labor. Quizás esto se deba a que al haber nacido en EEUU la figura de la CI, puedan asociarla con el “puritanismo americano” y esto pueda provocar cierta inquietud, ya que nuestra cultura cinematográfica y el modo en el que se ha tratado el desnudo y el sexo en nuestro sector audiovisual es bastante diferente a la industria mainstream americana.
En muchas ocasiones creo que también se puede pensar que nuestra presencia puede hacer que se vea reducido el contenido íntimo y que los intérpretes, por el simple hecho de consultarles sobre sus límites y consentimiento, decidan negarse a realizar un cierto nivel de denudo o acto de simulación sexual cuando en realidad lo que sucede es justamente lo contrario. Los actores y actrices al sentir que disponen de la información de lo que va a ocurrir el día de rodaje, el haber hablado de los matices interpretativos necesarios para la escena, generalmente la interpretación resulta más realista y atrevida. Es alarmante la cantidad de profesionales que acuden a interpretar una escena sin saber qué se espera realmente de ella.
Pienso que la mejor manera de fomentar la implantación de nuestra figura es a través de la difusión de la información acerca de los beneficios que nuestra labor proporciona a la producción.
Contar con CI hace que el rodaje sea más eficaz, ya que al realizar una planificación detallada y en muchos casos llevar ensayada este tipo de escenas, la producción ahorra mucho tiempo/dinero. Los intérpretes al sentirse protegidos, llevan a cabo su trabajo con mayor confianza, se sienten más preparados, relajados y disponibles. Ayudamos a evitar conflictos aportando más claridad durante el proceso sobre el consentimiento de los artistas. Así, la probabilidad de malentendidos es detectada con antelación y las posibilidades de demanda a la producción es muchísimo menor.
Mitigamos las posibles dinámicas de poder que pueden surgir entre dirección y producción con el reparto. Lo que no quita que a veces el intérprete puede preferir hablar por sí mismo con dirección y producción, sin necesidad de mediación por nuestra parte y por supuesto esto se respeta, si eso le puede ayudar a sentirse más cómodo en un determinado momento.
Por suerte, las cosas están cambiando y a día de hoy, en España, cada vez más productoras contratan el servicio de CI. Entre otras cosas, porque de esta manera la productora y la dirección no sólo demuestran que se toman enserio su deber de cuidar de su equipo, sino que también reducen el riesgo de posibles demandas o malos entendidos entre artistas y producción.
Rebeca Medina, en la sede de La Unión
"En España todavía es un reto que algunos/as directores/as y productores/as comprendan la necesidad de nuestra labor. Quizás esto se deba a que al haber nacido en EEUU la figura de la CI, puedan asociarla con el “puritanismo americano” y esto pueda provocar cierta inquietud, ya que nuestra cultura cinematográfica y el modo en el que se ha tratado el desnudo y el sexo en nuestro sector audiovisual es bastante diferente a la industria mainstream americana."
¿Cómo funciona vuestra incorporación a un set? ¿Es la productora la que contacta con vosotras? ¿Cómo preserváis vuestra independencia?
En España es la producción quien decide si quiere contar con coordinación de intimidad, una vez tiene claras las escenas que pueden suponer una invasión de la intimidad de los intérpretes, si bien es cierto que muchas veces se viene imponiendo por el cliente final.
El trabajo de coordinación de intimidad se inicia en la etapa de preproducción donde se lleva a cabo todas las conversaciones con el/la directora/a, intérpretes, reuniones con los distintos departamentos y ensayos. De alguna manera el buen resultado del rodaje en términos de cumplimiento de tiempos de producción, bienestar del equipo y la calidad de la interpretación de los actores y actrices depende del buen desempeño del trabajo realizado durante la etapa de preproducción.
Es por ello que educar a las productoras es tan importante, ya que en nuestro país no existe una obligación legal de contar con una coordinación de intimidad. Se hace cada vez más necesario que tengan formación específica en materia de consentimiento, límites y de cómo trabajar con la CI.
También considero que si los profesionales del sector toman conciencia de su importancia y cada vez más intérpretes, a la hora de acordar las condiciones de trabajo, solicitaran la existencia de esta figura en el set, se podría llegar a una implantación generalizada por parte de las productoras.
¿Cómo preserváis vuestra independencia?
Es cierto que a veces se puede correr el riesgo de que la figura de la CI se use para “lavar la imagen” de una producción o se utilice como “sello de calidad” pero que en realidad no estén interesados en respetar y que podamos llevar nuestro trabajo de manera adecuada, sobre todo en relación al consentimiento de los intérpretes.
En mi opinión una de las maneras de preservar nuestra independencia es, una vez más, llevando a cabo una tarea de información a través de la educación y sensibilización de esta materia. También existe un factor personal. Con esto quiero decir que va a depender mucho de la persona y de sus valores y su ética profesional, definiendo así qué tipo de CI quiere ser.
¿Podríais llegar a tomar medidas contra la empresa al ser testigos de una situación irregular, por ejemplo, ante un acoso o agresión sexual?
Sí, por supuesto. De hecho, en nuestro código interno de buenas prácticas que estamos desarrollando está contemplando qué hacer ante este tipo de situaciones.
¿Qué hacéis frente a una escena de sexo o desnudez? ¿Y de violencia?
Como os decía, el protocolo se inicia en la etapa de preproducción donde realizo un trabajo de identificación del contenido íntimo existente en el guion. Luego me reúno, al menos, con dirección para hablar de los detalles del desglose de las escenas íntimas, su visión creativa y cómo quieren rodar la escena. Se determina el grado de desnudez, los detalles del sexo simulado (si procede) y cualquier otro tipo de información pertinente.
Luego me reúno con los intérpretes, de uno en uno y por separado, antes del ensayo y el rodaje de la escena para trasladar la información específica que recibí de dirección y confirmar su consentimiento y límites además de cualquier otra consideración para la filmación de la escena.
Durante el proceso de ensayos, chequeo y hago seguimiento de la continuidad del consentimiento. Facilito la resolución de cualquier discrepancia en los acuerdos o expectativas entre intérpretes y la producción y estoy disponible para diseñar junto con los/as directores/as la coreografía y realizar coaching de movimiento y otras posibilidades expresivas para potenciar la visión creativa de dirección y obtener una interpretación lo más realista posible.
Escena serie "Veneno"
Colaboro con diferentes departamentos: dirección, vestuario, atrezo, maquillaje y peluquería; para garantizar que los intérpretes dispongan de prendas de desnudo, barreras y prótesis si así fuera necesario.
En el set, reviso los nudity riders u otros documentos donde se detalla el contenido de la escena, las prendas de modestia y barreras físicas, junto a los intérpretes y dirección. Garantizo la correcta aplicación del protocolo de set cerrado y las distintas directrices del sindicato al que pertenezcan los actores y actrices.
Si el/la directora/a lo requiere puedo ofrecer apoyo realizando ajustes de posiciones, movimiento o coreografía que garantice el respeto al consentimiento y límites de los artistas, a la vez que se potencia la visión artística de la dirección sobre la escena. Si hubiera intérpretes menores también me encargo de su cuidado y salvaguarda.
Para las escenas de violencia sexual el protocolo es el mismo, pero añadiendo la figura del coordinador/a de acción tanto durante el ensayo como para el rodaje.
Se suele asociar vuestra figura a las escenas subidas de tono, pero hay muchas más situaciones en que vuestra participación resulta crucial, ¿podrías contarnos un poco?
Una escena íntima es cualquier escena que incluya una interacción física de carácter íntimo entre dos o más intérpretes o de uno mismo, a menudo con carga sexual o romántica, pero no siempre. Estas prácticas se aplican a la filmación de escenas de sexo simulado (la masturbación también es sexo simulado), desnudez y violencia sexual. Efectivamente, otras escenas no incluidas en estas categorías también pueden considerarse de contenido íntimo y valorarse como tal, por ejemplo: una escena de un adulto bañando a un/a niño/a o anciano/a, una consulta de ginecología, un parto, los primeros besos entre menores, cuando dos intérpretes se tocan partes íntimas, aunque se vaya vestido, conversaciones que se utilice lenguaje sexual, un intérprete que está desnudo o semidesnudo en una morgue, etc… Como ves la intimidad es un concepto muy amplio.
Se trata de una posición de confianza, ¿cómo consigues que el reparto confíe en ti? Al final, no deja de ser un ambiente de trabajo y puede haber personas más reticentes a abrirse, ¿cómo se rompe esa barrera?
La comunicación es la piedra angular, junto con la empatía y escucha activa. Es muy importante sintonizar con las necesidades de la persona que tenemos enfrente y que tiene que rodar este tipo de escenas donde se encuentra en un lugar de vulnerabilidad único al realizar un trabajo en el que se ven hiper expuestos, tanto física como emocionalmente.
Hablar con el/la directora/a para que nos cuente cómo tiene pensado rodar la escena para luego transmitirlo al intérprete y a partir de ahí crear un espacio neutral donde esa persona se sienta libre para expresar sus preocupaciones, límites y necesidades, sin la presión que puede suponer hablar de estas cosas directamente con el equipo de producción o directores/as.
También existe un espacio de total confidencialidad donde los intérpretes, si lo desean, pueden compartirme el por qué deciden hacer o no hacer ciertas cosas. Esa información queda entre ellos/as y yo, si así lo expresan. Se trata de un compromiso ético que respeta su derecho a no compartir facetas personales y de su vida íntima.
Mi objetivo es encontrar ese lugar donde todos los integrantes que están involucrados en este tipo de escenas de intimidad, se sientan satisfechos, respetados y seguros.
Habrá gente que se plantee que ello quizás acaba con la naturalidad de la escena. ¿Podrías ponernos de ejemplo algún trabajo en que hayas participado para que se pueda desmentir esta creencia?
Nuestro trabajo consiste en hacer posible la creatividad respetando el consentimiento.
Bajo mi punto de vista, pienso que si el intérprete está informado de cuáles son las necesidades de dirección para contar la escena y establecer una red de seguridad donde las partes implicadas conozcan los límites y respeten el consentimiento de su compañero/a de escena no va a mermar la naturalidad de un artista. Todo lo contrario, esto le ayudará a sentirse más relajado para saber cómo y por donde moverse interpretativamente de una manera mucho más segura y orgánica.
Si una escena de intimidad requiere de coreografía es necesario ensayarla, al igual que se tiene que ensayar una escena de acción y no por eso deja de ser menos creíble o realista. A nadie se le ocurre dejar a dos intérpretes que improvisen una pelea ya que podrían resultar dañados, algo que no sería bueno para nadie, ni para el propio intérprete ni para la producción que se vería obligada a interrumpir el rodaje. Más bien es todo lo contrario, cuando una escena de contenido íntimo se ensaya, los intérpretes cuando tienen que rodarla, se dejan llevar, pueden estar más concentrados en el momento presente, en la relación entre los personajes y como resultado la interpretación mejora.
Un ejemplo, de cómo una escena estaba totalmente coreografiada y ensayada sin perder por eso su organicidad y realismo, la podéis encontrar en el episodio 4 de la serie “Nacho” que se acaba de emitir recientemente en Atresplayer Premium. En este episodio hay dos escenas de violencia sexual y desnudo de dos situaciones que se dan dentro de la industria del porno. Una cuando a Nacho le hace el casting el director y actor de cine para adultos Rocco Siffredi y otra cuando Sara (novia de Nacho) presencia el casting de una chica muy joven que a mitad del mismo verbaliza que quiere parar y ni el director de casting ni el actor que interactúa con ella obedecen a su petición de no continuar con el casting. Ambas escenas resultan escalofriantes y gozan de una gran veracidad.
Escena de la serie
"Nacho"
Rebeca Medina junto a parte del elenco de la serie "Nacho"
Está claro que aún hay mucho desconocimiento en el sector y que queda un largo camino por recorrer, pero esperamos que, más pronto que tarde se vayan acortando las distancias. Gracias a Rebeca hemos podido conocer esta parte tan indispensable dentro del sector.