La vocación de narrar le viene desde la infancia. La devoción por la dirección cinematográfica desde el colegio, pues a los 8 años Carlota Pereda ya dirigió su primer proyecto. “Me encantó la pasión por crear algo, por construir con el actor”. Y para ello, el terror es uno de sus géneros predilectos. Carlota Pereda, directora, guionista y realizadora, se dio a conocer con su cortometraje “Cerdita” en 2019, Premio Goya a Mejor Cortometraje de Ficción, obra que luego convirtió en película, sumando nuevos reconocimientos como directora y guionista que la consagraban en su profesión. Hay algo “visceral” que le lleva a contar historias, a construir narraciones movidas por “la necesidad de entender a un personaje o una situación”. La creadora de “La Ermita” o de “Todas las veces que nos enamoramos”, se encuentra ahora envuelta en nuevos proyectos como la serie “Que muera el amor”  de los que nos desvela las últimas novedades.

Te hemos escuchado decir: “la sensación de injusticia es lo que más me mueve, esa frustración de que algo es injusto, de que no funciona”. ¿Es esta razón la que mayormente te impulsa a contar historias? ¿Cuándo fue la primera vez que sentiste esa necesidad de escribir o de contar? ¿Sigue estando presente esta motivación -reivindicar lo justo- en tus historias?

La necesidad de contar historias me surge de algo visceral más que cerebral, en la mayoría de los casos. Más que reivindicar lo justo se trata de hablar de algo que me apele como narradora y persona. Puede no ser una injusticia sino la necesidad de entender a un personaje o una situación. Me interesa la gente, lo que le sucede.

Has contado en alguna ocasión que descubriste la figura del director a través de un musical (La Calle 42), antes pensabas que “los actores se lo inventaban todo”. ¿Recuerdas qué te fascinó o te llamó la atención especialmente?

Me encantó la pasión por crear algo, por construir con el actor. Y el hecho de que todo su esfuerzo y pasión estaba dirigido a conseguir ese momento mágico y efímero en el teatro, en la escena, más que por el reconocimiento en sí.

Con 8 años haces tu primer cortometraje como trabajo del colegio y, ya entonces, eliges el terror como género ¿qué encuentras en el terror como vía para contar y canalizar historias?

En ese momento no racionalicé, claro. A mí el cine de género me gusta y empecé haciendo lo que me gustaba, que es lo que quiero seguir haciendo. Por suerte, me gustan muchas cosas. Lo que tiene el género es una libertad formal y temática en su propia esencia que lo hace muy apetecible como narradora.